Cuento de Otoño fue mi primer contacto con el cine de Rohmer y es una de mis favoritas. Coincido con Bressoniano y Emir en la naturalidad que emana el film, y la singularidad de los personajes, todos ellos expuestos a los mismos debates o problemas sin importar la edad. Desde la joven Rosine hasta la madura Viticultora sortean los problemillas, cambios, necesidades, sobre el amor principalmente. Es una gozada el viaje que propone Rohmer por la campiña Francesa, lo rural adquiere sentido y se disfruta de esos pequeños detalles que nos ofrece el campo.
Como dice Bressoniano, también funcionan las películas en las que los personajes superan la cuarentena y se agradece una historia así, eh.
Destacar las interpretaciones de las dos asiduas de Rohmer: Marie Riviere y Beatrice Romand, que encantadoras, que naturales…
Me gusta la madurez (la sensatez) y el buen rollo que me trasmite el film. Siempre que veo Cuento de Otoño, no puedo evitar que me salte una sonrisa ancha y poner cara de idiota.