Un autentico prodigio, una precuela y una secuela en la misma película

,
Coppola vuelve a salirse tras la cámara, filmando planos tan bellos como el de
Vito de niño, recién llegado a América, mirando por la ventana y reflejandose la estatua de la libertad...Vaya un plano precioso!
Dos historias paralelas, el ascesno de
Vito y la estabilidad de
Michael... Tenemos a el gran
Robert De Niro interpretando a
Vito de joven, en un papel practicamente hablado en italiano por el que fue galardonado con el oscar a la mejor actuación secundaria, y brinda a la película escenas tan impresionantes
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como el asesinato de
Don Fanucci, el gangster que controla el barrio, siendo disparado con una pistola envuelta en una toalla, que con el impacto del disparo sale ardiendo, para luego rematarlo de un balazo en la boca, en una escena de un realismo acojonante
, pero el verdadero peso de la película lo lleva
Al Pacino como el frío y calculador
Michael Corleone, una interpretación sencillamente magistral, con esas miradas, esos gestos, esa forma de hablar, y de gritar...
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espectacular cuando se entera del aborto de su mujer
Por supuesto, la gran banda sonora de
Nino Rota vuelve a acompañar a la narración, y la fotografía, de nuevo de
Gordon Willis, esta incluso más conseguida, recreando La Habana pre-revolucionaria y el barrio neoyorquino de
Little Italy
Al igual que la primera tiene un gran comienzo, y al igual que la primera, también tiene un gran final
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con Michael solo, pensativo, sin posibilidad de redención
"Se que fuiste tu Fredo. Me rompiste el corazón"